Liébana; el Desfiladero de la Hermida y el Mirador de Sta.Catalina (Cantabria)

Escrito por Patxi Ortiz.

Situamos la ruta en la espectacular Comarca de Liébana (Cantabría), un paraíso casi único en España donde su riqueza natural y su orografía montañosa permite la práctica de innumerables deportes de aventura. El recorrido nos permitirá descubrir los municipios de Vega de Liébana, Potes, y Peñarrubia, entrada natural a Potes y a toda Liébana (Cantabria). Partiremos desde La Vega de Liébana,descenderemos hasta el conocido pueblo de Potes,Patxi en la Torre del Infantado, Potes capital turística del valle y continuaremos por la carretera hasta adentrarnos por el precioso y conocido Desfiladero de la Hermida. Nada más pasar el pueblo de la Hermida, embutido en pleno desfiladero, debemos estar atentos ya que tendremos que cruzar el río Deva y remontar dirección Caldas, Linares y Piñeres en lo que será un ascenso que no os defraudara por lo precioso del entorno y de la subida. Remontaremos desde el mismo desfiladero por una carretera serpenteante que nos hara ir ganando altura, para después una dura escalada llegar hasta el mismo mirador de Sta. Catalina. Las vistas del desfiladero de la Hermida desde este desconocido mirador quizás no os defraudarán. Lo más duro, el regreso de nuevo hasta La Vega de Liébana. Hay que estar muy bien preparado físicamente y salir con tiempo de sobra para no tener ningún problema en completar la ruta ya que van a ser casi 70 kms con un desnivel acumulado de subida de 1661 mts. Existe la alternativa de dividir la ruta en 2 días debido el gran número de atractivos turísticos del recorrido. 
Información detallada de la ruta y GPS en wikiloc
Fotos de la ruta en Panoramio

La ruta comienza en el pueblo de La Vega, capital del municipio de Vega de Liébana, integrado por 17 pequeños pueblecitos de montaña. La Vega se encuentra situado en el Valle de Cereceda, que comprende toda la cuenca del río Quiviesa, afluente del Deva. Por este valle asciende la carretera que pasa de Liébana a la provincia de León cruzando el durísimo puerto de San Glorio. Su situación montañosa y la comunicación a través del Desfiladero de La Hermida, la convierten en una zona aislada. Numerosos arroyos discurren por este territorio. Sus extensos bosques configuran un habitat excepcional para especies como el corzo, oso pardo, jabalí, águila real, zorro...Las principales actividades económicas son la ganadería y la agricultura. Ésta es la base sobre la que se construye los elementos básicos y más conocidos de su protagonista gastronómico: el cocido lebaniego.
Entrada al pueblo de Vega de Liébana
Desde La Vega, a los pies del puerto de San Glorio, solo cabe descender disfrutando del entorno en compañía del río Quiviesa hasta llegar a Potes. De Potes os puedo decir muchas cosas buenas, pero tambien una mala, y muy importante desde mi punto de vista, esta demasiado explotado a nivel turístico. Sus calles son un transitar continuo de turismo que hacer perder el encanto a un pueblo tan estupendo. Recomiendo temporada baja para visitarlo con la tranquilidad que se merece. (Fotos Potes en Panoramio)
Desde Potes la ruta continua descendiendo para adentrarse en el espectacular Desfiladero de la Hermida,Desfiladero de La Hermida una angosta garganta de 21 kilómetros de longitud formada por el cauce del río Deva y con grandes paredes de roca caliza, algunas de más de 600 metros de altura. Si lo recorreis en temporada baja y sin tráfico puede ser de gran atractivo, de no ser así, se puede convertir en un suplicio. Los coches, camiones y autobuses en ocasiones cierran tanto los pasos difíciles que se hace peligroso transitar sin llevarse algún susto.
El desfiladero de la Hermida, se localiza en el sector occidental de Cantabria, entre los términos de Lamasón, Cillorigo de Liébana, Peñarrubia, Tresviso y el límite con el Principado de Asturias. Representa el único corredor de entrada desde la costa cantábrica a la comarca de Liébana, en Cantabria, al discurrir por él la estrecha carretera N-621. Toma su nombre de La Hermida, población cántabra que atraviesa. Os recomiendo si vais por la zona con tiempo que no dejéis de visitar el Balneario de La Hermida. Situado en un lugar privilegiado, en pleno desfiladero, ofrece una serie de tratamientos termales muy interesantes y asequibles para todos los bolsillos. Un circuito termal (termo-lúdico) que incluye baños de vapor, sauna finlandesa, baño de inmersión frio, jacuzzi, piscina termal, etc. más comida (de muy buena gastronomia) por 35€. En contra de la idea generalizada que existe de que los balnearios son muy caros, la oferta que os comento os sorprendera gratamente.
Dejando a un lado los jacuzzis y la gastronomía debemos centrarnos en la carretera porque nos queda por delante lo más duro y bello de la jornada. Cruzaremos el río Deva por un puente, y
va y remontaremos dirección Caldas, Linares y Piñeres en lo que será un ascenso que probará vuestro estado físico y que no os defraudara por lo precioso del entorno y de la subida. Remontaremos desde el mismo desfiladero por una carretera serpenteante que nos hara ir ganando altura, para después una dura escalada llegar hasta el mismo mirador de Sta. Catalina.
Pero antes de llegar al mirador pasaremos por pueblecitos colgados prácticamente del desfiladero, como es el caso de Caldas, el primero con el que nos toparemos después de remontar unas cuantas curvas de herradura que van permitiendo que salvemos los desniveles de forma escalonada. Caldas es una pequeña aldea típica del paisaje lebaniego. Continuamos ascendiendo y ahora el siguiente pueblo ya es un poco mas grande y algo más turístico gracias a la torre que lo domina. Me refiero a Linares y a su torreón medieval del pontón de Linares. Se trata de una torre militar de planta rectangular cimentada sobre un estrato de roca con almenas y saeteras. Hay que destacar los vanos, en especial la puerta y la ventada geminada de la fachada principal, ambos con arcos ojivales de estilo gótico que datan la construcción a finales del s.XIV. o mas probablemente a inicios del s.XV
Torre medieval de Linares
Desde Linares a Piñeres un par de kilómetros de descanso pero una vez llegado a las afueras del pueblo de Piñeres, quedan los 2 kilómetros más duros de ascensión con unos porcentajes por encima del 8%. Dejaremos la carretera general y tomaremos una pista de montaña cementada que nos subirá hasta el mirador, un cartel indicativo nos señala el camino a seguir.
Nada más entrar en esta pista, dejaremos a nuestra izquierda la Ermita de Santa Catalina del s. XVIII, se trata de una pequeña construcción con zaguán y techo de madera, de propiedad privada y muy humilde. A partir de la ermita, quedan los 2 kilómetros referenciados en el parrafo anterior. Porcentajes por encima del 8% nos haran exigirnos al máximo dando todo lo que tenemos, arriba nos espera el mirador y el Castillo de Santa Catalina o Bolera de los Moros, una antigua fortaleza altomedieval, hoy en ruinas. Es un yacimiento formado por restos de muralla y cerámica de la época de repoblación.
La fotografía desde el mirador es casi obligada.
Patxi en el Mirador de Sta. Catalina
Una vez tiradas todas las fotos, disfrutar de las vistas, del paisaje y de la gran belleza del entorno queda la parte más dura, regresar hasta la Vega, y una vez que bajemos a la Hermida, ¡el resto es todo subir hasta La Vega!. Es necesario haber sabido administrarse las fuerzas adecuadamente para no convertir la vuelta en un suplicio. Recomiendo estar muy bien preparado físicamente, disponer de todo el día o dividir la etapa en 2 para no tener problemas.

 

 

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