Cicloturismo por Cabañeros y Anchuras
El paisaje que nos fuimos encontrando en nuestra ruta podríamos dividirlo en dos conceptos, por un lado la raña, que es una gran llanura que empezó a constituirse cuando los bosques del valle se fueron talando y convirtiendo esa zona en apta para cultivo de cereal, fue en ese momento cuando se creo ese herbazal arbolado que caracteriza al Parque, y por otro lado las sierras que oscilan entre los 650 al 1448, recubiertos de bosques y matorrales.
10 de noviembre de 2008
Horcajo de los Montes- Navas de Estena 44 kms
Partimos de Horcajo con las alforjas llenas y la burra a tope, dispuestos a afrontar este viaje por el bosque mediterráneo con las garantías que el tiempo nos permitía.
Horcajo como pueblo manchego, no ofrecía nada que no fuera la cautiva belleza de sus alrededores. Cogimos la CM-4017 en dirección a Retuerta del Bullaque. Esta carretera sigue la ruta de la Cañada Real Segoviana y atraviesa el Parque con la sugerencia de paisajes para nuestros ojos. La carretera se empina hasta subir el puerto del Rubial, no son rampas muy exigentes aunque si lo suficiente para desperezarnos del viaje tempranero. Llevaremos unos 17 kilómetros desde nuestra salida.
Una vez arriba del puerto, podemos contemplar a nuestra derecha una gran vista de la raña central de Cabañeros, y a la izquierda la cuenca del Estena. En la parte alta del puerto nos encontramos con rebollos, que junto a encinas , quejios y alcornoques serán nuestros silenciosos compañeros a lo largo del viaje, eso sin olvidar a los madroños cuyos frutos rojos nos retrotraían a la infancia.
Arriba en la parte alta y después de haber dado fin a un frugal almuerzo nos lanzamos hasta Retuerta y ahí finalizamos los primeros 30 kilometros de la ruta.
Sin pararnos continuamos hasta Navas de Estena, el final de la etapa de hoy. Los días son cortos en otoño y la luz empezaba a languidecer, lo que nos quedaba de etapa atraviesa una llanura, lo que por esas tierras se llaman rañas.
Los matices del terreno se asemejan a la paleta de un pintor, y el sonido de las aves se hace más presente. Sin apenas darnos cuenta y aprovechando unos últimoskilómetros en descenso nos plantamos en Estena.
Navas de Estena esta en el borde del parque nacional, como en cualquier parque no se puede acampar. Con lo cual y una vez preguntado al paisanaje optamos por irnos a dormir a la presa de los reales. La opción no pudo ser más acertada, nos encontramos con un pequeño embalse arropado por encinas y matorrales, que daban aquel lugar un aspecto paradisíaco, la luna así vino a confirmarlo cuando nos ofreció el espectáculo de sombras reflejadas sobre el agua.
Para llegar al embalse tenéis que atravesar Navas de Estena y a unos 50 metros al salir del pueblo, justo al pasar un puente sobre la carretera , coger un pista asfaltada que os llevara en apenas 2.5 kilómetros a este área recreativa.
Pusimos la tienda y fuimos al pueblo a vaciar algún botellin, que la noche se presentaba fresca y había que calentar el cuerpo.
11 de noviembre de 2008
Navas de Estena- Valdeazores 57 Kms
Salimos de Navas dirección Navahermosa por la CM 4153. En la etapa de hoy ascenderíamos la mayor dificultad de la ruta , cosa que así fue.
Desde Navas la carretera se empina , pero hasta que no llevas unos kilómetros la subida al Risco de las Paradas no se muestra en todo su esplendor. Los últimos 6 kilómetros son exigentes, pero como el cicloturista es pausado, pone ritmo caracol y se deja atrapar por el paisaje que a la izquierda se le ofrece, eso si cuando el bosque así lo permite.
Puede ver manadas de ciervos como si fueran ganado, el valle del estena ofrece una panorámica brutal , un valle que se asemeja a la sabana africana, con hierbas altas con algunas encinas , y poblada de ciervos. No es de extrañar que a Cabañeros le llamen el Serengetiespañol.
Una vez arriba en el Risco de las Paradas, con el corazón golpeando en la boca por el esfuerzo y con apenas 14 kms de ruta, se puede apreciar, por un lado, la depresión del Estena, y por otro la de Talavera, con la sierra de Guadarrama al fondo.
Abandonamos la carretera de Navahermosa para tomar la desviación que por la izquierda (CM-4157) y desde el Risco nos lleva, a través de zonas de especialísimointerés natural hacia el Estena. Durante todo este trayecto estaremos en el interior del Parque Nacional y más concretamente el Macizo de Rocigalgo el punto más elevado del parque, y es sin duda lo más especial del viaje, el bosque parece no acabarse, los naranjas de los rebollos se alternan con los verdes de las encinas, y el bosque se adentra en la carretera y la carretera se hace más pequeña y apenas vemos el final de la curva, parece que el bosque nos va a devorar.
El terreno pegajoso, para arriba y abajo, después de unos 30 kilómetros salimos a un claro donde unos caballos pacen tranquilamente ajenos a las miradas del viajero.
Después de dejar el bosque y una vez ya fuera del parque atravesamos la raña del avellanar, por una carretera parcheada, que infringe un castigo añadido a las ya mermadas posaderas. Seguimos unos 15 kilómetros y cogemos la desviación Valdeazores , final de la etapa de hoy.
Este pueblo que no deja de ser una aldea, no ofrece ni siquiera un taberna para calmar la sed del viajero A la entrada hay una casa abandonada con un enorme porche que nos sirvió de refugio de la pelaa que una vez se hizo la noche nos sacudió. Así que si poder calmar la sed como se merece , a cenar y a la cama.
12 de noviembre de 2008
Valdeazores- Horcajo de los Montes 51 Kms
Hoy el día, parecía que iba a ser generoso en rayos de luz y eso animo a los alucheros.
Salimos de Valdeazores , camino de nuestro siguiente pueblo de destino ya alejados de Cabañeros pero en busca de la reserva natural de anchuras. Los Alares estaba a apenas 6 kilómetros pero antes de llegar tuvimos la oportunidad de cruzarnos con una manada de ciervos como quien se cruza con ovejas. Si alguien se va acercar por estos lares es recomendable que no se olvide de unos prismáticos, podrá saborear la abundante fauna del parque y alrededores.
En Alores buscamos la pista que nos lleva Anchuras, no resulta complicado por que la pista lleva al cementerio , esta pista esta en mejor estado que muchas de las carreteras por la que hemos estado. La pista que nos lleva a anchuras y que transcurre paralela al rió esterilla es una verdadera maravilla, en un continuo subir y bajar te vas sumergiendo en el bosque mediterráneo. En apenas 14 kms llegamos al destino.
En Anchuras nos permitimos rellenar el ánimo a golpe de cerveza, un aluchero sin cerveza es como una bici sin cambios, casi inservible para estos tiempos.
Una vez en Anchuras pasamos a la provincia de Badajoz, la tercera que visitamos en esta ruta junto a Toledo y Ciudad Real. Nos quedan apenas 33 kilómetros para nuestro destino final de Horcajo de los Montes. El terreno es un continuo sube y baja, atravesar cerros y bajar hasta los cauces de los ríos. En esta última parte cogeremos la CM 4106, que al igual que el resto de las carreteras de la ruta apenas tienen trafico.
Esta ultimo tramo nos depara una sorpresa y es la abundancia de fauna a ambos lados del camino, como el día ya andaba avanzado los animales empezaban su actividad, y el paisaje se llenaba de matices. Llegamos incluso cerca de un pequeño pantano, a poder observar a varios ciervos y jabalíes, estos últimos muy difíciles de ver.
La verdad que la ruta no se podía despedir de otra manera más intensa, que ofreciendo toda su naturaleza en su máximo esplendor.
Esa noche dormimos en el camping de Horcajo, con un bonito mirador sobre el pueblo. Cena caliente y el momento de empezar a preparar nuevas rutas.