Románico de tierras de Sigüenza (Guadalajara)
La ruta que se propone transcurre por tierras próximas a Sigüenza, tierras rurales de gran encanto que descubriremos en su gran mayoría por pistas de tierra, pistas recónditas, solitarias, desconocidas, todo un lujo para los amantes de la bicicleta de montaña y la naturaleza. Podremos descubrir pequeños pueblos salpicados a lo largo del recorrido con un atractivo especial más allá del paisaje y el entorno, sus iglesias románicas. El románico de Guadalajara es de repoblación, caracterizado por sencillos templos parroquiales de aldeas pobladas tardíamente durante el medievo. Las galerías porticadas es uno de sus elementos más atractivos que percibiremos, una gran aportación del románico español al románico europeo. Visitaremos los pueblos de Saúca, Tortonda, Laranueva, Abánades, Cortes de Tajuña, Luzaga o Villaverde del Ducado.
Información detallada de la ruta y GPS en wikiloc
Fotos en Panoramio
La ruta comienza en el pueblo de Saúca, en la plazoleta que queda justo al lado de su iglesia románica, de gran tamaño y valor dentro del románico de Guadalajara gracias a su bella galería porticada. Saúca queda protegida en la falda de una pequeña loma por donde pasa la carretera que debemos tomar en dirección a la autopista que nos ha traído desde Madrid. El paisaje se define por grandes llanuras salpicadas con pequeños cerros que conforman tímidos valles por los cuales se hace muy agradable transitar en bici. Después de pedalear un kilómetro por la carretera en dirección a la autopista tomaremos la primera pista que sale a mano izquierda. Esta pista nos va a permitir pasar por debajo de la autovia, y a partir de aquí, la tranquilidad y el paisaje alcarreño nos acompañará a lo largo de toda la ruta. La composición del suelo calizo, y por tanto rojizo, va a dominar el entorno.
En el kilómetro 2.2 llegamos a un cruce, tomaremos la alternativa de la derecha, el regreso lo haremos por la pista que ahora dejamos a nuestra izquierda, completando así una ruta circular hasta este punto. Cerros, llanuras, toboganes y tierras de cultivo a ambos lados es lo que nos acompañará a lo largo de esta primera parte.
Para el kilómetro 4.5 la pista se adentra por cerros en una zona más de monte bajo, muy propia para escopeteros. Nos situamos a la muy considerable altura de 1.200 mts y empezamos a divisar el nuevo y recién inaugurado AVE camino de Barcelona (pasamos por debajo del tren de alta velocidad). Esta es la parte más elevada de la Alcarria sin tomar en cuenta las zonas de las serranías.
En el kilómetro 7.7 llegamos a Tortonda. El pueblo se nos aparece después de bajar un pequeño cerro. Se puede divisar el gran tamaño de la iglesia, con su torre, en comparación con las dimensiones reducidas del pueblo. Salimos del pueblo por las pistas que quedan frente de la iglesia, en dirección a una pequeña ermita en las estribaciones del pueblo, camino de Laranueva.
Kilómetro 12, llegamos a Laranueva por pista saliendo a la altura de la carretera del pueblo entre naves de ganado. El olor de encina sale de las chimeneas de las casas del pueblo, chapas metálicas protegiendo las puertas en previsión de inundaciones ante fuertes lluvias y camiones de abastecimiento de frutas, verduras, alimentación en general. La iglesia, encajonada entre las calles y casas del pueblo, se resiste a ser fotografiada. Salimos del pueblo en dirección a Renales tomando la carretera comarcal, transitamos ahora por un bonito valle. Llegamos a Renales en el kilómetro 17, en lo alto de un peñasco nos da la bienvenida un pequeño santuario con una urna donde se divisa una virgen, suponemos que la patrona del pueblo. Aquí todavía las mujeres bajan al lavadero para hacer la colada, enfrente y a lo alto la pequeña ermita domina en territorio, a la espalda el núcleo rural con su correspondiente iglesia con espadaña y puerta románica de arquivolta con boceles, nacelas y guardapolvos con puntas de diamante que se conservó gracias a que quedó oculta por un porche cerrado al que se puede acceder. Desde Renales vamos a tomar la pista en subida dirección a Abánades que comienza a discurrir paralela a la carretera y que posteriormente se adentra en la zona más interesante a nivel paisajístico, bajaremos hacia el Tajuña por una zona más boscosa y arbolada con roble y varias clases de sabina hasta llegar a las piscifactorías (km 22) abandonadas y encajonadas en un pequeño cañón por el que discurre el Tajuña. Mas adelante sortearemos el río gracias a un pequeño puente, después del puente, a subir. Ya para el kilómetro 30, después de un descenso por la pista que traíamos, saldremos al pueblo de Abánades, un delicioso pueblecito recostado en una loma a la vera del Tajuña y presidido por su gran templo parroquial de San Pedro, situado en lo alto de la ladera. San Pedro destaca por su galería románica del XIII en su costado del mediodía. Muy maltrecha durante la guerra civil, ha sido muy adecuadamente restaurada. En el muro interior occidental, protegido por un enrejado, se abre un bonito vano con cuatro arquivoltas y en el suelo la posiblemente original pila bautismal. En lugar tan privilegiado decidimos dar cuenta de nuestras viandas admirando las vistas del pueblo y alrededores. Una vez repuesto fuerzas tomamos la carretera, cruzamos el río por el puente a la salida del pueblo y nos dirigimos al siguiente pueblo, Cortes de Tajuña. A la altura del km 34, después de remontar la subida que nos despide del pueblo, tomaremos una pista a mano derecha en dirección a Cortes, ya en el Kilómetro 41. El pueblo de Cortes, muy pequeño, también situado dentro de un pequeño cañón, también nos permite conocer su iglesia, de la que solo deja de época románica el ábside semicircular de sillarejo y la portada sur de dos arquivoltas. Desde Cortes hasta Luzága otros pequeños cañones entre los que queda encajonado el Tajuña entre choperas y colonias de buitres anidados en los riscos de la parte más alta del cañón, toda una grata sorpresa. Nada más salir de esta zona, vemos a lo lejos Luzaga, apoyada en la zona baja de la ladera. Su iglesia, Ntra. Sra. De la Asunción mantiene el exterior de la cabezera de época románica con algún canecillo muy sencillo y espadaña de época barroca. Sorprende de esta iglesia sus grandes proporciones y la pequeña estancia que queda a la altura del campanario. El siguiente pueblo, Villaverde del Ducado, al que llegamos tomando la pista que sale poco después de pasar por el río a mano derecha, una vez que regresamos desde Luzaga, una vez hecha la visita. A la altura del km 53 y después de subir dos largos cerros llegamos a Villaverde con iglesia parroquial que conserva una sencilla portada y una pequeña galería cegada de la que solo se vislumbras dos arcos, una pena. De Villaverde a Saúca nos quedaran aproximadamente 7 kilometros por pista, la ruta concluye después de 60 kms.